Decálogo
para una víctima de ciberbullying:
1. Pide ayuda. Si eres menor recurre a tu padre o tu madre
o, en su defecto, a una persona adulta de confianza. Asegúrate de que esa
persona conoce y entiende estas pautas para que ambos podáis remar en el mismo
sentido y para que, en su ánimo de protección, no haga cosas que acaben siendo
perjudiciales.
2. Nunca respondas a las
provocaciones. Hacerlo
no te ayuda en nada y, sin embargo, es un estímulo y una ventaja para quienes
te acosan. Mantén la calma y no actúes de forma exagerada o impulsiva en ningún
caso.
3. No hagas presunciones. Puede que ni las circunstancias ni las
personas que parecen implicadas sean como aparentan. Mantén un margen para la
duda razonable porque actuar sobre bases equivocadas puede agravar los
problemas y crear otros nuevos.
4. Trata de evitar aquellos
lugares en los que eres asediado en la medida de lo posible hasta que la
situación se vaya clarificando. Si se
trata de redes sociales o comunidades online no te será difícil. Si el acoso
llega por el teléfono móvil, no descartes cambiar de número.
5. Cuanto más se sepa de ti, más
vulnerable eres y más variado e intenso es el daño que pueden causarte. ¿Imaginas una mentira ridiculizándote
construida sobre datos privados reales escrita en tu muro? ¿qué pasaría si
alguien, haciéndose pasar por ti, insulta a tus amistades?. Es momento, por lo
tanto, de cerrar las puertas de tu vida online a personas que no son de plena
confianza. Para ello:
1. Evita intrusos. Para ello debes
realizar, en orden, estos pasos:
1. Realiza un chequeo a fondo de
tu equipo para asegurarte de que no tienes software malicioso (troyanos,
spyware…) que puede dar ventajas a quien te acosa. Es importante. Dispones de
herramientas gratuitas para ello en la dirección www.osi.es.
2. Cambia las claves de acceso a
los servicios online que usas, pero nunca antes de haber realizado el paso
anterior. Recuerda que deben ser complejas de adivinar y llevar combinados
números y letras.
2. Depura la lista de contactos. Revisa y reduce la lista de contactos que
tienes agregados en las redes sociales (o en otros entornos sociales online).
3. Reconfigura las opciones de
privacidad de las redes sociales o similares en las que participes y hazlas más
estrictas. Asegúrate de que sabes bien cómo funcionan estas opciones y sus
implicaciones.
4. Comprueba qué cuentan de ti
online. Busca
la información sobre ti publicada otras personas y trata de eliminarla si crees
que puede ser utilizada para hacerte daño.
5. Repasa la información que
publicas y quién
puede acceder a ella y poner, a su vez, al alcance de terceras personas.
6. Comunica a tus contactos que no deseas que hagan
circular informaciones o fotografías tuyas en entornos colectivos.
7. Ejerce tu derecho sobre la
protección de datos personales. Tú
decides el uso que se puede hacer de ellos, incluyendo tu fotografía.
6. Guarda las pruebas del acoso durante todo el tiempo, sea cual fuere la
forma en que éste se manifieste, porque pueden serte de gran ayuda. Trata
también de conocer o asegurar la identidad de los autores pero, en todo caso,
sin lesionar los derechos de ninguna persona.
7. Comunica a quienes te acosan que lo que están haciendo te molesta y
pídeles, sin agresividad ni amenazas, que dejen de hacerlo. Recuerda que no
debes presuponer hechos o personas en tu comunicación, por lo que debes medir
muy bien cómo lo haces, sin señalar a nadie en público, pero a la vez tratando
de asegurarte de que se entera la persona o personas implicadas.
8. Trata de hacerles saber que lo
que están haciendo es perseguible por la Ley en el caso de que el acoso persista. Les
puedes sugerir que visiten webs como www.e-legales.net o www.ciberbullying.net
para que lo comprueben por sí mismos.
9. Deja constancia de que estás en
disposición de presentar una denuncia, si a pesar del paso anterior continúa el
acecho. Manifiesta que cuentas con pruebas suficientes recopiladas desde el
inicio y que sabes cómo y dónde presentarlas. Debes indicar que, si el acecho
persiste, te verás obligado a acudir a la policía.
10. Toma medidas legales si la situación de
acoso, llegado este punto, no ha cesado.
· Algunas notas a considerar para
la puesta en práctica de estas recomendaciones
· Aunque son, en su mayoría,
pautas de aplicación también para víctimas adultas y fuera del contexto
escolar, cuando se deseen transmitir a niños y adolescentes se precisa una
modulación en la forma de comunicar el mensaje.
· Cada caso y persona es
diferente. Por ello, estas indicaciones pretenden ser de ayuda, de forma
completa o parcial, en los sucesos más comunes.
· El orden en que se toman las
medidas es importante. No obstante, la gravedad de los hechos en algunos casos
puede requerir acelerar la ejecución de determinados pasos, reducir el
intervalo entre ellos o directamente obviarlos.
· En casos extremos, la solicitud
de ayuda a la policía debe ser inmediata.
Este
decálogo es una de las aportaciones de PantallasAmigas al primer Protocolo de
Actuación Escolar ante el Ciberbullying desarrollado por el EMICI con la
colaboración del Departamento de Educación del Gobierno Vasco. Mientras se
ultima su revisión el curso escolar ha empezado y, por ello, deseamos avanzar
aquí estas pautas básicas e inéditas para quien le puedan resultar de ayuda.
POSIBLES SOLUCIONES
•Dar charlas a los alumnos para
que se pueden orientar de este problema.
•Hacer campañas de
concientización en el colegio (pancartas, afiches, etc ).
•No hablar con gente
desconocida
•No dar datos a gente
desconocida
•No aceptar condiciones de
gente desconocido
•Ser responsable en las redes
sociales
•Pensar antes de actuar
(etiquetas, comentarios, etc.)
•Hacer campañas de
concientización sobre el gran daño que hacen a las personas.
•Decir rápidamente a alguien
para poder resolver tu problema, ya que se puede volver más
grave.
•No dar tus contraseñas de
cuentas a cualquiera.
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