Algunos casos
de ciberbullying
Una niña de 10
años creó un exitoso grupo en Facebook para humillar a una compañera de clase
Romina
Perrone, estudiante de 10 años en un colegio bonaerense, tuvo que sufrir que
una compañera de clase crease un grupo en Facebook dando razones para odiarla.
Llegó a sumar más de cinco mil fans y pese a los esfuerzos de la madre de
Romina, Facebook se negaba a eliminarlo.
(Caso extraído de Ciberbullying.Wordpress.com)
Atacaron la
dignidad de un compañero en Tuenti
Un joven
fue condenado en Sevilla a pagar una multa de 100 euros por colgar en su perfil
de la red social online Tuenti un fotomontaje de un compañero de clase con el
que provocó deliberadamente
comentarios despectivos hacia la víctima por parte de sus
compañeros de bachillerato. Además, el condenado contribuyó en primera persona
a dichos comentarios a través de los chats que sostuvo con sus compañeros.
Junto a este joven, mayor de edad, varios compañeros de clase, menores, fueron
condenados a trabajos en favor de la comunidad.
(Caso extraído de Stop-Ciberbullying.Blogspot.com)
Supera las
consecuencias de una de las ridiculizaciones más conocidas de la historia de la Red
El
quebequés Ghyslain Raza -que fuera ridiculizado en 2002 en el vídeo más visto
de la historia de Internet, mientras blandía un particular sable láser estilo Star
Wars- sufrió graves consecuencias por aquel episodio de ciberbullying de
alcance mundial. Tras caer en una depresión tuvo que abandonar el colegio donde
estudiaba y ponerse en tratamiento psiquiátrico. Llevó a juicio a los culpables
de difundir el vídeo y tras solicitar una indeminización de 250 mil dólares
obtuvo una cantidad -que no fue dada a conocer- mediante un acuerdo con los
padres de los culpables. Con 20 años cumplidos acaba de reaparecer públicamente
como el presidente de Patrimoine Trois-Rivieres, una entidad para
conservación del legado cultural de su ciudad natal.
(Extraído de Ciberconvivencia.wordpress.com.)
La acosaron hasta
provocar su muerte (e incluso después)
Nueve
adolescentes (siete de ellos, chicas) fueron juzgados en 2010 por acosar y
maltratar física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una
compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue
acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del
instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose. El acoso,
de hecho siguió online tras su muerte.
El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa. La llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas.
(Extraído de Ciberconvivencia.wordpress.com.)El grupo de adolescentes que se sentará en el banquillo la insultaba a voces en los pasillos del colegio, en la biblioteca, en la cafetería o en el camino de vuelta a casa. La llamaban día tras día puta irlandesa y zorra, la empujaban, le tiraban cosas, le quitaban los libros de la mano y le mandaban mensajes de SMS con amenazas.
Se rieron del rarito hasta provocar su
suicidio
Ryan se
suicidó en 2003 después de años de agresión psicológica. Era acosado continuamente por ser supuestamente
gay, afirma su padre. Tras años sufriendo diversos tipos de acoso,
al llegar a la adolescencia una traición de un supuesto amigo tras una
confidencia online derivó en la extensión del rumor de que era homosexual por
todo el colegio. Una chica que le gustaba tonteó con él online haciéndole creer
que le gustaba para después humillarlo en persona cuando él dio el paso fuera
de la Red , además
de distribuir los mensajes privados que había provocado con su fingido interés
por él. Fue más de lo que pudo soportar.
Según palabras de su padre: Una cosa es sufrir bullying y ser humillado delante de unos pocos chicos. Una cosa es sufrir el rechazo de una chica y ver tu corazón destrozado. Pero tiene que ser una experiencia totalmente distinta a la de una generación anterior, cuando este dolor y esta humillación son ahora contemplados por una audiencia muchísimo mayor de adolescentes online. Creo que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de no haber tenido lugar en Internet.
El caso fue clave para conseguir la aprobación de Ley de Prevención del Acoso en el Estado norteamericano de Vermont, siete meses después de la muerte de Ryan.
(Caso de Ryan Halligan,
extraído del web creado en su memoria.)Según palabras de su padre: Una cosa es sufrir bullying y ser humillado delante de unos pocos chicos. Una cosa es sufrir el rechazo de una chica y ver tu corazón destrozado. Pero tiene que ser una experiencia totalmente distinta a la de una generación anterior, cuando este dolor y esta humillación son ahora contemplados por una audiencia muchísimo mayor de adolescentes online. Creo que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de no haber tenido lugar en Internet.
El caso fue clave para conseguir la aprobación de Ley de Prevención del Acoso en el Estado norteamericano de Vermont, siete meses después de la muerte de Ryan.
Grabaron y
publicaron una paliza a otro chico
Un grupo de
siete adolescentes, internos en un centro de menores de Baleares, sometieron a
vejaciones diversas a un compañero, al que golpearon y humillaron en varias
ocasiones. La grabación se llevó a cabo en septiembre de 2008 con un teléfono
móvil y fue enviada rápidamente a otros adolescentes. Los agresores la
publicaron en Internet, por lo que difusión fue aun mayor.
El vídeo acabó en poder dela
Oficina de Defensa de los Derechos del Menor (ODDM) de la
conselleria de Asuntos Sociales. Este organismo remitió una copia de la
grabación y un escrito a la
Policía. Los siete adolescentes de entre 15 y 17 años fueron
arrestados acusados de trato degradante, humillación y vejación (delito contra
la integridad moral).
(Caso extraído de Ciberbullying.Wordpress.com)El vídeo acabó en poder de
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